En un país como España, líder mundial en la producción de aceite de oliva, con cosechas muy por encima de la demanda y precios moderados , los aceites vegetales envasados —de soja, maíz o palma— para su consumo directo en los hogares o en la restauración han ocupado tradicionalmente un segundo plano.
A raíz de los altos e inestables precios del aceite de oliva frente a la estabilidad del mercado del girasol, el precio de ambos productos se han ido acercando hasta que en el primer semestre de este año, según la Asociación Nacional de Industrias Envasadoras (Anierac), las ventas del aceite de girasol superaron por primera vez a las de oliva, con el 45,34% del mercado frente al 44,87%.
Otro factor que ha sido clave en el incremento del consumo de aceite de girasol es su mayor demanda por parte del sector agroalimentario. El girasol es líder en ventas para la industria encargada de la conservación del pescado. Según la patronal del sector, Anfaco, la demanda se sitúa en una media anual de 100.000 toneladas de aceites, de las que aproximadamente casi un 70% corresponde al girasol y el resto al de oliva.
https://elpais.com/economia/2017/10/19/actualidad/1508413787_625744.html
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